El cazarecompensas que buscaba a Rimudo ha tomado a Takiko como prisionera para atraparlo, ya que piensa que ella es su novia. Justo cuando Takiko intenta escapar de él, aparece la madre del cazarecompensas y le explica a Takiko que su hijo es "Tomite", una de las siete estrellas de genbu, y que por eso, tiene un caracter negro en el hombro. Takiko recuerda que Rimudo tenía un caracter negro parecido en el pecho. Tomite no quiere saber nada acerca de la leyenda de la sacerdotisa, pero su madre le recuerda que "la sacerdotisa aparecerá envuelta en una luz plateada". En ese momento el chico recuerda que justamente hacía unos momentos, Takiko había emitido una luz plateada, por lo que él y su madre sospechan que seguramente ella es la sacerdotisa de genbu.
Justo en esos días, Rimudo y su fiel compañero Soruen viajan a Ju-dong, la nación enemiga, cuando Rimudo salva a unos campesinos de ser asesinados por unos bandidos. Mientras lucha, es visto por el principe heredero de Ju-dong, Bo-hui, quien le propone que se una al ejercito de su nación. Rimudo acepta, diciendole que su nombre es "Taki", acordandose, inevitablemente, de Takiko.
En la aldea de Tomite, todos tratan muy bien a Takiko y la llenan de comida y tratos especiales por ser la sacerdotisa, aunque ella aún no lo tiene muy claro si lo es... Mientras ella se da un baño, los soldados de Ju-dong atacan la aldea y Tomite corre a avisarlas.
Entonces Takiko se da cuenta de cuán mal esta el país de Bei-jia, (donde está ella), a causa de Ju-dong.
Asesinan a gente inocente y justo entonces, de entre todos los soldados de Ju-dong, divisan a Rimudo, que también colabora en el ataque contra la aldea. Takiko no lo puede creer... Uno de los guardas ve a Takiko y le dispara flechas, pero Bolaate (la madre de Tomite), la cubre, haciendo que Takiko quede intacta, pero Bolaate ha quedado malherida. Tomite, furioso, ataca a Rimudo con mucha bestialidad, y, para defenderse, Rimudo usa el viento. Tomite se da cuenta de Rimudo también es una estrella de genbu, la estrella "Uruki", pero éste escapa.
Más tarde, en la aldea, hay mucha gente herida y entre todos tratan de curar a Bolaate. Takiko, destrozada al ver a esa pobre gente así decide convertirse en la "sacerdotisa de genbu", para poder ayudar al país, pero justo cuando lo acaba de decidir aparece Rimudo y le advierte que no se convierta en la sacerdotisa, porque sino las siete estrellas y ella acabarán muertos. Takiko no acaba de entender esa actitud por parte de una estrella de genbu y le recrimina que como estrella tiene que ayudar al país. Rimudo le repite que vuelva a su mundo, pero Takiko sigue en sus trece de ser sacerdotisa, por lo que él le dedica estas frías palabras: "¡Estúpida! Solo conseguirás que te maten... ¡Yo me lavo las manos de todo esto!" y desaparece junto con sus vientos. Al día siguiente, Takiko y Tomite, emprenden el viaje para reunir a "las siete estrellas de genbu", aunque una de ellas esté un su contra...
FIN DEL CAPÍTULO 3.
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